domingo, 12 de agosto de 2012

A pesar de todo.

Es realmente curioso cómo pueden llegar a cambiar las cosas. Cómo piensas que una persona lo es todo para ti, y que eso nunca cambiará. Cómo sabes que esa persona es con la que compartirás el resto de tus días, cómo saber eso te hace feliz. La verdad es que muchas cosas cambian cuando os empezáis a conocer más profundamente. Quizás empezamos a pasar demasiado tiempo juntos, o simplemente sacamos nuestros verdaderos "yos". Intento arreglarlo, pero tú no quieres. Es una continua batalla de la que a veces no sé el principio, ni el final. Me he comportado mal, y tú también lo has hecho. He hecho cosas que a lo mejor no debería, pero tampoco es que te las contara.
A veces pienso que me encantaría resetar un poco nuestras metes. Hacerte menos tozudo, y hacerte comprender que esa no es la manera, por así decirlo. Porque yo puedo cambiar, sé que puedo. Pero no puedo hacerlo sola. Y menos en estas circunstancias. Piensas cómo sería tu vida si no hubieran ocurrido algunas cosas, o al contrario. Y la verdad es que siempre te la imaginas mucho mejor. Entonces, ¿por qué todo ocurre así? Creo en el destino, y si ahora mismo todo lo veo negro, es porque dentro de mucho o poco tiempo, algo cambiará. Confío en eso, confío en que todo esto se arregle.
¿Por que sabes qué? Por mucho que nos peleemos, por muy mal que yo esté ahora mismo, mientras tú duermes en mi cama, ausente de todo. Por muchos piques que tengamos, sé que me quieres. Aunque a veces diga que no, lo sé. Sé que eres el último, y sé que todos esos planes que tenemos no puedes quedar en el olvido.

Sé, a pesar de todo, que te amo.

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